La trampa de la resiliencia: hacia una inteligencia artificial que repare lo colectivo

Nos dicen que somos afortunados, que no debemos quejarnos, que debemos ser resilientes. Pero ¿y si la ansiedad no es un fallo individual, sino una señal de que algo en el entorno no funciona? Es necesario cuestionar la narrativa del bienestar superficial, desmontar los discursos motivacionales desde las elites y proponer una inteligencia artificial que no sirva para anestesiar el malestar, sino para entenderlo mejor y diseñar respuestas más humanas, más justas y más conectadas con la realidad.

Bienvenidos al fin del mundo. El colapso como estado de ánimo

No hará falta un meteorito. Tampoco una inteligencia artificial fuera de control. Ni siquiera un apocalipsis nuclear. El fin del mundo —al menos tal y como lo conocíamos— ya está ocurriendo. No lo anuncia ningún telediario, pero se cuela en todos. No lo decreta ninguna institución, pero condiciona cada decisión que tomamos. El colapso ya no es una distopía literaria, es una condición estructural. Y como toda buena caída, viene acompañada de tres cosas: negación, espectáculo y una inercia suicida.

¿Puede Groenlandia apagar los incendios de California?

“Perforaremos, baby, perforaremos” arengaba Donald Trump en su toma de posesión entre aplausos de la élite económica. Las políticas extractivistas como epicentro de un terremoto donde los desafíos ambientales chocan con las prioridades políticas y económicas en una red de interdependencias globales.